Y llega ese post, dónde reflexionamos sobre el segundo vestido de novia; un elemento puesto de moda desde hace ya unos años.
Son muchas las personas las que sueñan con ese gran día, y sobre todo con lo que más se sueña (aunque luego no tenga mucho que ver) es con el vestido y si pueden ser dos, pues… ¿por qué no?
Las que seguimos las bodas de las celebrities, vemos con asiduidad que este fenómeno se produce, en ocasiones hasta en repetidas y excesivas ocasiones. Hemos llegado a ver hasta 4 vestidos de novia en una misma boda… y aún nos preguntamos “¿cómo sacó tiempo para el sí quiero?”. Pero dejando de lado este ejemplo, nosotras no valoramos el si se debe o no tener un segundo vestido; nosotras somos más de “si se puede y se quiere pues adelante”. El vestido debe ser cómodo en la medida de lo posible, y cuando esto no ocurre es un error, ya que seguro en algún momento del gran día dará más guerra de la prevista.
El vestido es una pieza importante, y debe ser otra parte más de ti. A veces nos sentimos a gusto o nos gustan vestidos excéntricos, pesados, incómodos para una party loca…y es ahí donde «entra a jugar el segundo vestidazo». Que deberá, sin duda, seguir representando cómo eres.
Desde Bendito Lío optamos por cuatro opciones:
- Máxima sencillez: vestido largo de raso liso; líneas simples, con algún toque muy tú. Dicen que en la sencillez está el gusto, y esta propuesta puede ser muy válida si hemos optado por algo más recargado para la ceremonia.
- Unos benditos pantalones: da igual si optamos por un maravilloso traje pantalón en blanco o por un mono. Lo importante es seguir estando ES-PEC-TA-CU-LAR. Y se consigue muchas veces con unos pantalones que te permitan darlo todo hasta el final.
- La opción de corto, es otra que valoramos como segundo vestido. Hemos visto maravillas: desde inspiraciones Cabaret, pasando por los vestidos con tutú o transparencias de quitar el hipo.
- Los vestidos “quitapón” (como aquí llamamos): que son esos vestidos superpuestos. Vestidos cortos, largos o monos a los que incluir una falda superpuesta que desaparecerá en el banquete o en la party. Aquí también incluiríamos esa tendencia de llevar un vestido dos piezas (parte de arriba + falda) y llegado el momento cambiar la parte de abajo por un pantalón u otra falda (larga o corta).
Mónica Cordera Tadashi Shoji Stella Mccartney
Beatriz de la CámaraInes di Santo
Grace Loves Lace
Lo cierto es que hay mil opciones, pero es de obligación sentirse cómoda con el vestido que elijamos. Y no importa si es uno, dos o los que se quieran…lo importante es ser tú ese día, sentirte guapa y sexy; dejar al novio patidifuso y poder disfrutar con la gente que ha decidido acompañarte en ese día. Porque desmelenarse es de obligación.
Y sí todavía no has llegado a este punto, pero si tienes pensado organizar un Bendito Lío…ya sabes dónde encontrarnos contacto@benditolio.com